top of page

Recuerdos de Sangre - Capítulo 5: ¿Miedo o deseo?

  • Foto del escritor: Kyon Andres
    Kyon Andres
  • 4 feb 2020
  • 6 Min. de lectura

El grito de ira, había resonado en el ambiente, pero colateralmente consiguió que los vampiros en el sector de impacto dejaran de asesinar a más personas ante la sorpresa del poder del mismo. No entendían el origen o el motivo por el que les llamaba la atención, pero si de algo estaban seguros, era que todo proveía un mejor panorama para ellos.


Keanu y Sofía notaron la fuerza sobrenatural de aquel grito. Antes de poder lanzar una conjetura al respecto, observaron con intriga como su padre abandonada el lugar de reunión con evidente emoción en su rostro. La mueca que se dibujó en el rostro del maestre fue reconocida por sus hijos, esa felicidad que lo inundaba era la misma que ellos habían visto antes de ser convertidos en inmortales. Sofía miró a su hermano con interés y decidió cerrar sus ojos, quería imaginar el rostro del nuevo miembro de la familia.

Keanu tomó la copa de sangre de su mano en un solo sorbo. Asentó la copa en un mesón cercano que lucía con polvo. Su vestimenta consistía en un pantalón negro, camisa del mismo color y chompa de cuero. Una imagen tradicional para su época de transformación. Caminó despacio y levantando sus piernas al caminar sobre tres cadáveres, se acercó a un ventanal para observa la luminosidad y belleza de la luna. Una fina capa de neblina asomaba por la parte occidental, definitivamente la noche de St. Vigeous estaba por comenzar.

—¿A qué se debe el motivo de tu amplia sonrisa? —preguntó Sofía acercándose de forma serena a su hermano, vestía un vestido rojo con encajes en el mismo tono oscuro, un vestido característico del siglo XVIII. Las uñas de sus manos estaban pintadas de un color marrón claro, sus ojos celestes miraban directamente a su hermano.

—Debes haber notado con claridad la sonrisa que nuestro padre acaba de generar, al parecer la inmortalidad llegará hoy mismo —declaró Keanu sonriendo con placer


—Para mí eso es irrelevante, todos los vampiros formados tras los últimos meses, han sido unos incompetentes que no pueden hacer nada bien. Realmente no creo que pueda ser alguien de utilidad pese a St. Vigeous —expresó Sofía de forma fría caminando al lado contrario de la habitación, se acercó a un joven amordazado, cuyos ojos estaban llenos de lágrimas de terror.


Tomó una daga que estaba sobre una piedra y le clavó en el abdomen al joven, cuyos ojos se dilataron del dolor, de no ser porque estaba amordazado el grito hubiera sido estridente. Espero unos segundos hasta que le quitó aquella venda de la boca. Decidió terminar de jugar y desayunar pronto, St. Vigeous no esperaría. El grito del joven se escuchó varios metros a la redonda.


Tomás continuaba con rapidez la subida por aquel acantilado con furia, en sus manos llevaba un tronco grueso que había encontrado, sus ojos estaban rojos por las lágrimas que había derramado, y únicamente deseaba poder eliminar a tantos vampiros como su cuerpo le permitiese. Llegó a la salida de aquel lugar y fue entonces cuando lo observó, el mismo sujeto de la avenida Amazonas estaba parado en frente, llevaba un pantalón de tela y un abrigo negro que le daba una imagen imponente.


—Miserable —gruñó Tomás saliendo a su encuentro con rapidez, sus manos generando presión en el tronco de sus manos, intentó darle un golpe al sujeto, pero fue detenido en seco por la mano del individuo al frente, el cual lanzó a Tomás al suelo de un breve movimiento

—Maldición, no sirvo para pelear —pensaba Tomás golpeando el suelo con furia, su mente recordaba las veces que rechazó entrar a cursos de pelea o artes marciales.


—Noté tu esencia vital en la calle concurrida horas atrás, y sorprendentemente, noté algo extraño en ti, sin embargo, me desilusiona tú minúscula y casi inexistente fuerza física —detalló con una pequeña risa el maestre acercándose a Tomás.


—No me desprecies —gritó Tomás levantándose con una agitada respiración. El maestre estiró sus brazos para detenerlo, pero para su sorpresa, el humano realizó una barrida al suelo consiguiendo que perdiera el equilibrio. Tomás sonrió al verlo que perdería su situación de poder, pero su rostro se congeló en una mueca de molestia al notar que con una sola mano detuvo la caída y se levantó de nuevo.


—Eres impredecible, pero ni eso va a servir para poder eliminarme —declaró el maestre; giró rápidamente y de un rápido movimiento tomó del cuello a Tomás, el cual pese a forcejear no pudo liberarse de su captor—. Según veo lo que más odias en este momento son a los vampiros. ¿Qué diría todo el mundo, si tú fueras uno de ellos? —se mofó el maestre, el temor inundó en el cuerpo del joven, mientras intentaba escapar a toda costa—. En pocos minutos empezará St. Vigeous, con ello podrás notar como todos los vampiros del mundo saldrán de sus hogares para acabar con cada una de las escorias humanas


—Misera…ble —masculló con furia Tomás mientras empezaba a perder oxígeno en su cuerpo debido a la mano de su apresador.


La boca del maestre indicó el par de colmillos blancos afilados que se acercaban a su cuerpo, sin embargo, como el maestre notó, Tomás dejó de forcejear pese a no estar inconsciente todavía. Tomás tensó su mano derecha al sentir como esos dientes atravesaban su piel y empezaban a succionar toda la sangre, tal cual fuera un asqueroso parásito. Le soltó antes que muera y acercando la boca del joven, permitió que le mordiera en la mano, convirtiendo a Tomás en un vampiro de su ejército, pero también uno de sus hijos.


Cuando la sangre del maestre ingresó a su boca, sintió como la fuerza de St. Vigeous le inundaba todo su cuerpo. El maestre, tras constatar que había ingresado suficiente sangre de su cuerpo, colocó el cuerpo del joven sobre la tierra. Miró al cielo con orgullo, ahora que había empezado la noche, solo era cuestión de tiempo para que gobernaran el mundo.

México, Distrito Federal


—¿Estás bien? —preguntó una joven de cabello rubio, llevaba un vestido escotado sin espaldar. La joven de cabellos castaños, sonrío mientras respondía con dulzura –Sí—

Un joven que vestía terno, estaba brindando con sus compañeros, de inmediato regresó a ver a las dos jóvenes y miró a través de la ventana para observar como empezaba a llover.


—Algo malo va a suceder —declaró otro joven que notaba como todas las nubes empezaban a teñirse de un color negro espeso

El Salvador, San Salvador


Un chico con lentes y una camiseta se encontraba jugando un juego de Nintendo Switch, de improvisto sintió un escalofrío en su espalda. Se levantó de un rápido movimiento de su asiento, ante el asombro de sus amigos que se encontraban a su alrededor.

—¿Estás bien? —preguntó de inmediato uno de ellos, asentó un vaso con agua en una mesa cercana. En la pantalla de la televisión aparecían las temidas letras de Game Over, pero no interesaba eso a nadie en ese instante. El chico miró por la ventana para observar como un fuerte viento chocaba contra los árboles del exterior

Costa Rica


La misteriosa joven corría con desesperación, pocos minutos atrás había estado en la Playa de Limón, pero ahora se acercaba al sector residencial más cercano. Dos chicas y un joven corrían atrás de ella, en una carrera sin reloj de un enemigo imbatible; recordaba cómo había estado divirtiéndose en una fogata en la arena, cuando de improvisto observaron que entre la oscuridad aparecieron cuatro siluetas que atacaron a todos, mordiéndoles el cuello y succionando la sangre.

En su mente trataba de imaginarse a algunas personas con desordenes mentales, pero no podía ya que sabía lo que eran, vampiros.

Tokio, Japón


Una joven de cabellos rosados se encontraba leyendo apresuradamente en la librería de su distrito, buscaba a toda velocidad algún dato específico en un libro antiguo, en la mesa cercana a ella reposaba una daga afilada con símbolos milenarios en su mango, miraba a los ventanales en intervalos cortos de tiempo, en estado de alerta.

Se detuvo en una hoja, su rostro se iluminó al leer unos datos importantes, arrancó la respectiva hoja, sabía que a la bibliotecaria no le importaría eso en estos momentos. Fue entonces cuando escuchó un sonido en la entrada, tomó la daga y se ocultó entre las sombras.


París, Francia


La misma frase se repetía a través del móvil El número al que ha marcado, está fuera de cobertura, comprendía a totalidad el motivo por el cual se habían dañado todas las líneas de comunicación en el país. Abrió la cerradura de su vehículo con molestia y bajó del mismo. En su pantalón llevaba guindada una pistola, completamente consciente de que lo peor estaba por comenzar.


Unos ojos rojos miraban la ciudad, mientras una sonrisa inundaba todo su rostro, definitivamente se lo podría definir como el inicio del final.

Comentários

Avaliado com 0 de 5 estrelas.
Ainda sem avaliações

Adicione uma avaliação

©2022 por KyonAndres Fanfics

bottom of page