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Looking for Something - Capítulo 17: Detectados

  • Foto del escritor: Kyon Andres
    Kyon Andres
  • 24 mar 2019
  • 12 Min. de lectura

Zona Dimensional


Giselle tomó el cubo de plástico con fuerza mientras hundía su cabeza en el mismo. Los sonidos que producía resonaban en el ambiente cerrado de la nave. Tec miraba la escena con diversión, era la primera vez conocía una chica tuviera esa clase de problemas en los viajes dimensionales. Las naves que usaba la resistencia estaban diseñadas específicamente para evitar estos problemas, un grupo de nano partículas eran disparadas en toda la nave hacia los ocupantes para nivelar sus sistemas inmunológicos, independiente de su estructura celular.


—Una vez aterricemos ella se recuperará —declaró Fiura junto a una ventana, en su mano derecha una llama pasaba entre sus dedos, era su manera de controlar la magia y el aburrimiento del lugar.


—En poco tiempo iniciaremos el ingreso a la dimensión. No hemos podido recuperar mucha información del lugar, sin embargo, es conocida como sociedad de almas. El nivel de poder es bastante común, pero pudimos identificar algunas fuerzas de alto estándar —explicó Chad desde el tablero de control, sus manos presionaban varios botones y teclas que dirigían la nave hacia su destino. Nadie respondió.

—Comprendo que muchos tienen inquietudes sobre lo que sucedió con la batalla de los ángeles, prometo explicarles una vez culminemos la misión. Hay varias cosas de fondo que requieren un buen tiempo para explicar.


Rula observaba a todos los guerreros, había escuchado sobre alguno de ellos, pero no tenía un conocimiento alto y definido sobre ellos. En ese instante notó como la nave comenzaba a temblar al ingresar a la nueva dimensión, un viaje normal. Sin embargo, en ese instante cayó en cuenta de que los objetos pequeños comenzaban a flotar.


—¿Qué es lo que…? —se disponía a preguntar


Nadie pudo contestarle. Todos fueron lanzados hacia la parte superior de la nave, enseguida una luz blanca inundó el ambiente e imposibilitó la visión. Chad maldijo lo que estaba sucediendo, alguien había saboteado la nave en el reino de cristal. Sintió una onda de choque en su rostro y notó como caía a gran velocidad por el lugar, no miraba a sus compañeros cerca, en el suelo notaba varias edificaciones, definitivamente el sigilo ya no era parte esencial del plan.


Sociedad de Almas, Seireitei


Shinji caía a gran velocidad hacia la superficie del lugar. Gruñó para sí mismo, un poco de magia ayudaría en este caso. La superficie estaba a pocos metros, sin perder tiempo apuntó su rifle hacia el piso y disparando creó una onda de choque que le permitió saltar y caer con seguridad. Notó como no había ninguna persona a su alrededor, algo peculiarmente extraño.


Un sonido grave resonó en el ambiente, antes de poder reaccionar un cuerpo cayó a poca distancia, una gran fila de polvo se elevó en el cielo en el mismo instante que varios escombros saltaban por todo el lugar. Shinji identificó a quien pertenecía ese reiki. Una ráfaga de viento ayudó a que el polvo se elevara. Al final, Noriko permanecía de pie en el lugar de impacto, sus manos reposaban sobre su espada. Una pose muy heroica para una caída de emergencia.


—¿Te encuentras bien? —indagó Shinji con dudas de que fuera la pregunta correcta, definitivamente su acompañante sabía cómo evitar heridas ante situaciones similares


Noriko asintió a su compañero—. Debemos ubicar la esencia y buscar a los demás. Estoy segura que nuestra caída alertó a las fuerzas militares o de ataque del lugar.


Shinji accedió en silencio


Ambos guerreros comenzaron a correr por los largos caminos del lugar, las edificaciones mostraban antigüedad, espacios de madera corroídos por el tiempo, techos con arreglos poco profesionales. El lugar llevaba cientos de años en pie y aparentemente había resistido un sinnúmero de batallas interesantes. Shinji notó que la espada de la chica había desaparecido.


—Había escuchado sobre ustedes, los tres peregrinos— declaró Shinji sin detener el ritmo al seguir a su compañera


—No me sorprende. Las historias sobre nosotros suelen correr de boca en boca con una alta exageración del temor, desconocimiento e imaginación de las mentes— respondió Noriko con seriedad, sus pasos no se detenían ante ninguna velocidad.


—¿Cómo conociste a Chad? —preguntó de inmediato. Su objetivo era crear una conversación.


—Paix siempre ha sido un aliado para nosotros. Tras los principales eventos en relación con Abaddon, coincidieron nuestros caminos y nuestras armas— expresó la joven deteniéndose de improvisto al igual que su acompañante.


Al frente de ellos se encontraban cuatro sujetos, divididos equitativamente en géneros. Las dos chicas llevaban sus cabellos en coletas. Todos vestían un traje de tela negra con manga semi corta, una tela se dibujaba alrededor de su cintura, sus pies estaban cubiertos por sandalias de un material bastante delicado visualmente.


—¡Deténganse, Ryokas! —declaró uno de ellos


—¿Ryokas? —inquirió Shinji con dudas, pero antes de realizar alguna acción oportuna, Noriko salió al ataque con una espada y dejó fuera de combate en cuestión de segundos a sus contrincantes.


—Pronto tendremos más de ellos encima —


—Las ventajas de la venganza, una situación y sentimiento único en todo lugar al que vamos.


—La venganza no suele generarse de la forma en que creen ustedes —sentenció una voz a sus espaldas. Ambos guerreros se colocaron en guardia, la espada de Noriko permanecía levantada. Shinji sostenía su rifle listo para el ataque.


Un sujeto de estatura media, piel pálida con ojos azules y cabello rubio claro que caía elegantemente en la parte derecha de su rostro, los miraba con interés. En su brazo izquierdo llevaba una bandana distintiva en la cual se podía leer tercera división.


—¿Y tú eres…? —preguntó Noriko arqueando sus ojos y sin ningún interés en conocer la respuesta


—Izuru Kira, teniente de la tercera división del Seireitei —explicó rápidamente. Llevaba una katana dentro de una funda de color verde


—¿Teniente? —preguntó Shinji para sí mismo. Su mente lo transportó a su hogar natal, todos los niveles de poder estaban envueltos en categorías militares, definitivamente teniente era un título que demostraba el poder que mantenía en el lugar.


—Imagino que la otra presencia del lugar es un teniente de igual forma —afirmó Noriko con evidente aburrimiento. Había analizado sus niveles de reiki, nada especial.


Una joven de cabello color negro recogido con un moño de tela azul claro apareció detrás de una edificación; dos mechones de cabello caían en cada costado de su rostro. Su estatura era baja, pero la mirada de sus ojos castaños era penetrante. Tal como su compañero llevaba en su brazo izquierdo una bandana distintiva en la cual se podía leer quinta división.


—¿Cómo supiste estaba en ese lugar? —curioseó con curiosidad la joven


—Tú reiki no se encontraba oculto. Fue demasiado fácil ubicar tu presencia. Así que ¿Cuál es el nombre de la teniente de la quinta división?


—¿Reiki? —se preguntó con dudas. Negó con su cabeza alejando varios pensamientos. —Momo Hinamori


—Si tienen el título de tenientes imagino que su poder es alto —explicó Shinji levantando su rifle en actitud ofensiva


Ambos tenientes llevaron sus manos a sus respectivas katana. —Tenemos órdenes de llevarlos ante el comandante —declaró Hinamori sacando su katana con cuidado


—No creo pueda permitir eso —anunció Noriko colocándose al frente de la teniente de la quinta división, la cual empuñó su katana con gran valentía.


—Eso quiere decir que eres mi enemigo —declaró Shinji mirando al teniente, notaba la calma en su rostro.


—Lástima para ti —sentenció Kira con seriedad.


—No me subestimes —gritó Shinji disparando a toda potencia en contra de su enemigo. El teniente de la tercera división se movía a gran velocidad evadiendo los disparos. Shinji enarcó su ceja con evidente sorpresa, definitivamente el nivel de poder de su contrincante era alto. Kira se colocó al lado del príncipe levantando su katana para atacar, pero el ataque fue bloqueado con ayuda del rifle ante la sorpresa del teniente


—Es imposible —declaró Kira sorprendido. —El filo de las zampakutō es poderoso, tú arma debería estar hecho pedazos—


—Debería, pero el material con el que está hecho no puede ser destruido por alguien que no ha vivido y sufrido igual que nosotros —respondió Shinji iniciando una nueva ola de disparos a gran velocidad hacia su enemigo, una de las balas golpeó la espalda del teniente, el cual sintió el dolor y como la bala por alguna extraña razón seguía moviéndose en su cuerpo.


—¿Qué demonios es esto? —preguntó Kira con molestia. La espalda le ardía.


—Una de las habilidades que he desarrollado junto a mi rifle es la de disparar cualquier bala que yo desee. En este caso la bala que te ha alcanzado es una bala de polen de amapola. Una droga que afectará tú sistema nervioso en poco tiempo —completó Shinji con orgullo de su poder


Kira entendió que aquel enemigo no podía ser alguien que haya enfrentado la sociedad con anterioridad, sus ataques al igual que su nivel de reiatsu no eran posibles. Estaba en frente de alguien con capacidades distintas a las que conocía. Pero no tenía tiempo de jugar con él. Debía terminar pronto eso, tomó su katana y pronunció. —Levanta la cabeza, Wabisuke


La katana de Kira cambio de forma en medio de una luz, ahora la katana tenía la forma de una oz cuadrada. Shinji permanecía en silencio, era la primera vez observaba la manipulación de materia en un arma, existía algo más en el poder de aquellos sujetos, y no planeaba descubrirlo de mala manera. El nombre de la espada, zampakutō, definitivamente era curioso.


Kira se movió rápidamente y golpeando el rifle de su contrincante cuatro veces con su zampakutō se retiró lentamente. El arma de Shinji cayó pesadamente al suelo ante la sorpresa de su portador que intentó levantarla, pero pesaba mucho más.


—¿Qué hiciste, miserable? —preguntó con ira Shinji


—Antes de entrar a este lugar deberían haber investigado un poco ¿no crees? Me he dado cuenta que te sorprendió la liberación de mi zampakutō y aún más su habilidad especial —completó


—¿Habilidad especial? —declaró con dudas


—Así es, todo lo que toca Wabisuke duplica el peso. Como te darás cuenta, ahora tu arma pesa dieciséis veces más en vista de los cuatro golpes de mi zampakutō. Ríndete, no tienes forma de ganar —sentenció con confianza


—No puedo perder. No existe esa opción para nosotros— declaró Shinji pensando con rapidez, debía recuperar la esencia para tener una mejor posibilidad de derrotar a Abaddon y por lo tanto salvar a su pueblo y a todos los universos. —Tienes razón, cuando vas a un lugar la regla de oro es la investigación para poseer una ventaja en el ataque. Sin embargo, nosotros no hemos venido en busca de pelea, simplemente buscamos un objeto que nos permitirá salvar la dimensión.


—¿Dimensión? —declaró Kira enarcando una ceja con sorpresa


—Lastimosamente la derrota no es para ninguno de nosotros una opción. Si perdemos y no recuperamos la esencia, estaremos condenando a nuestros pueblos, guerreros, hombres, mujeres, ancianos, niños y cada ser viviente —continúo Shinji levantando su arma con fuerza. Kira notó ese movimiento.


—No entiendo de que hablas. Si no te detienes tendré que usar mi zampakutō en tú cuerpo —emitió Kira alzando su katana de forma hostil


—Como te explicaba, la razón es esporádica ya que en uno de los aspectos es real, pero no en el siguiente —declaró Shinji mientras sonreía. —Soy uno de los pocos guerreros de mi hogar que no ha caído ante la influencia malévola de Abaddon. Por lo que estoy decidido a recuperar la esencia o morir intentándolo. No caeré ante ti hoy —concluyó con una pausa en su agitada respiración, el arma pesaba bastante. —Recuerdo que mencionaste que tu arma tiene una habilidad especial, ¿Acaso no pensaste que mi arma también tiene una? —prosiguió ante la sorpresa de Kira


Fuzion —gritó Shinji. Acto seguido su rifle se cubrió de un brillo cegador. El rostro de Kira dibujó una sorpresa, al frente suyo el guerrero poseía su rifle fusionado con su cuerpo, y ahora; el efecto de su arma había desaparecido.


—Puedo unir mi cuerpo con mi arma de ser necesario. Quiero recalcar el hecho de que informaste el sentido base de tu habilidad especial antes de ganar la batalla, es decir que cometiste un error muy grande. Desde ahora tu misión de alcanzar tu arma a la mía se ha complicado de sobremanera.


Kira comprendió que su contrincante era alguien de cuidado. En su interior la sensación de que la batalla era errada lo acompañaba a cada segundo, no notaba la misma malicia de contrincantes pasados. Negó rápidamente con su cabeza todos los pensamientos, la orden directa del capitán comandante no podía ser ignorada.


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Hinamori sostenía su katana firmemente, al frente suyo Noriko tenía la espada en su mano derecha. La shinigami estaba decidida a no dejar pasar a su contrincante. El capitán comandante había confiado en diez tenientes. No podía defraudarle.


—Escucha niña, lastimosamente para ti no tengo tiempo para jugar a las batallas campestres. Mi mundo está siendo devastado, mi país carcomido por culpa de Abaddon, así que recuperaré el fragmento de cristal, aunque tenga que matarte para abrirme paso— declaró Noriko con un mandoble de espada en el aire.


—No entiendo ninguna de tus palabras y menos la declaración ofensiva, pero no puedo permitir siembres la semilla de la maldad en la sociedad de almas, por lo que te retendré a todo costo —atestó Hinamori de inmediato


—Al parecer tus habilidades se basan en el manejo de aquellas katanas— analizó Noriko en voz alta mientras blandía su espada a una velocidad constante generando un brillo.


Hinamori se lanzó al primer ataque en contra de su enemiga, pero se detuvo en seco al ver que la espada empezaba a brillar, de la misma forma que una zampakutō al momento de transformarse. Si su contrincante liberaría a su zampakutō, ella haría lo mismo.


Salta… Tobiume —gritó Hinamori ante la mirada de sorpresa de Noriko


La zampakutō de la teniente se estrechó y volvió recta de forma similar a una espada occidental, inmediatamente añadió algunas prolongaciones en forma de varillas paralelas al filo principal.


—¿Qué has hecho? —declaró Noriko con sorpresa


—¿No ibas a liberar tu zampakutō? —preguntó atónita Hinamori


—Yo no tengo esas clases de armas. Yo uso una espada, la cual canaliza mi poder mágico en ella y eso causa el brillo que viste anteriormente


Hinamori permaneció en silencio por un par de segundos, evidentemente había cometido un grave error al revelar la forma de su zampakutō, pero no evitaría que ese error le negara la victoria.


—Es tiempo de pelear —declaró Noriko. Con breves movimientos y usando una alta velocidad apareció al frente de la teniente, con el movimiento acelerado de su mano derecha generó un mandoble, el cual fue detenido por Tobiume a tiempo. La teniente con un breve movimiento logró escabullirse algunos metros lejos de su enemiga.


La fuerza con la que manejaba la espada y había atacado, convertía a su enemiga en alguien a tener en cuenta. De reojo miraba como Kira liberaba su zampakutō. ¿Quiénes eran los recién llegados? Su corazón dio un vuelco ¿Acaso los había enviado Aizen?


—Espera un momento —interrumpió Hinamori bajando su espada lentamente. —¿Fueron enviados por el capitán Aizen? —indagó sin tomar en cuenta la palabra capitán y con temor de escuchar la respuesta


—¿Aizen? No tengo idea de quien sea ese sujeto. Como te dije antes, hemos venido por nuestra cuenta a recuperar algo que no pertenece a su dimensión —generó un suspiro molesto, la paciencia no era una de sus principales virtudes. —No soy alguien que le guste prolongar mucho las batallas.


Acto seguido la guerrera cerró sus ojos y con un breve movimiento de su mano derecha clavó su propia espada en su pecho. Un grito de horror se generó en las cuerdas vocales de Hinamori.


Kira miró a su compañera para encontrar el motivo del grito, sus pupilas se dilataron al observar a la guerrera atravesada por la espada, al notar la cara de sorpresa de Hinamori era evidente que ella no era responsable de la situación. Shinji tenía curiosidad en ver a uno de los tres peregrinos en batalla.


Hinamori cayó en cuenta que todo lo que veía tenía que ser un truco ya que nadie se asesina para ganar, miraba detenidamente a su enemiga, un solo movimiento y la acabaría.


Noriko sonrió con maldad en el mismo instante que su espada desaparecía totalmente, Noriko empezó a caminar para acercarse a la teniente, de improvisto y a pocos metros de la teniente extendió sus manos con fuerza. —Dark Prison


Una ráfaga de energía oscura se generó en las manos de Noriko y se disparó en contra de la teniente de la quinta división. De improvisto una bola de fuego chocó contra el ataque, una explosión anuló ambos ataques. Kira junto con Shinji se cubrieron sus rostros ante el calor.


—¿Qué? —dijo Noriko con incredulidad buscando a su contrincante entre el vapor generado por el choque de poderes. Hinamori apareció a su espalda y blandió su zampakutō con fuerza, la guerrera extendió su brazo y detuvo el ataque en seco. La teniente notó como no se dibujó ningún rostro de dolor. Al retirar su arma notó que el filo de la misma tenía rastros de calor.


—Me has hecho enojar —declaró Noriko extendiendo sus manos. —Triumvirate


Tres luces de colores roja, azul y blanca salieron y envolvieron el cuerpo de Hinamori rápidamente, la teniente intentó desviarlas con su arma, pero eran etéreas. Las tres luces formaron una cuerda que se formaba alrededor de la teniente para ejercer una fuerza enorme, lo que la obligó a soltar su arma antes de poder realizar un contraataque. Un grito de dolor nació en su boca, su visión empezó a nublarse y su sistema óseo no la mantuvo en pie.


Kira trató de ir en su ayuda. Shinji disparó nuevamente una serie de balas hacia su enemigo, quien tuvo la única opción de huir para resguardarse del ataque.


Hinamori quedó inconsciente. Noriko desapareció las tres luces del cuerpo de Hinamori y acto seguido pronunció. —No es mi intención matarte. No eres parte de las fuerzas de Abaddon, por lo que estás a salvo. Lastimosamente estuviste en el momento equivocado.


Kira notó como el reiatsu de Hinamori desaparecía poco a poco y sabía que había perdido, su mente analizaba la situación a toda velocidad y esperaba que llegaran refuerzos por parte de su división, sino estaría en serios problemas


/*/


Chad se encontraba junto a Rula. Ambos habían caído sobre un conjunto de árboles, lo que había amortiguado su llegada tan poco discreta. Habían comenzado a investigar el lugar cuando se encontraron con dos guerreros del lugar. El primero era un sujeto alto, piel blanca y cabello negro con un peinado desordenado, en su pómulo izquierdo llevaba tatuado el número 69 y una cicatriz en el ojo derecho. En su brazo llevaba una insignia que informaba pertenecía a la Novena División.


Por otra parte, al frente de Rula se ubicaba una joven muy atractiva de cabello largo, ondulado y color anaranjado, en su cuello se mostraba una cadena y sobre su traje una tela rosada, en su cintura la insignia que declaraba Décima División


Ambos shinigami tenían sus zampakutō en las manos listas para usar. Rula los observaba con seriedad, en sus manos un abanico brillaba por su material. Chad estaba con su katana desenfundada. Más de una pelea estaba por comenzar en toda la sociedad de almas. Lo único que sería diferente serían los resultados.


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