Looking for Something - Capítulo 15: Cambio de planes
- Kyon Andres
- 27 may 2018
- 13 Min. de lectura
Espacio dimensional, nave dimensional AX—7
Los cinco guerreros de la resistencia intentaban analizar la situación y tomar una decisión en los siguientes pasos. Giselle miraba al sujeto al frente suyo y comprendía que momentáneamente parecían estar a salvo.
—¿Qué sucedió en este lugar? ¿Quién atacó a la nave de la resistencia? —preguntó Sailor Moon sin resistirse a intervenir la conversación.
Hisako dio un suspiro en el instante que su cuello descansaba. Sus ojos se cerraron con cuidado e intentó nivelar los latidos de su corazón—. Kondro, ¿Cómo es que estás en este lugar?
El nombrado sonrío mostrando un aspecto aún más macabro, su rostro era visible únicamente por un cráneo y los rastros de heridas en el lugar dónde alguna vez hubo piel.
—Después de que destruyeron el Coliseo en los Pilares del planeta desolado, desperté en una enfermería cósmica de un cuadrante cercano. Al buscar información de lo que sucedió, comprendí que me habías salvado de morir en ese lugar.
—No parecías el tipo de guerrero sin sentido de ese lugar. Simplemente hice lo que se tenía que hacer —respondió Hisako sin generar un nuevo gesto en su rostro, su mano derecha recorría su cabello.
—Cuando salí de esa enfermería me dirigí a un planeta que se encontraba en contra de Abaddon, al llegar pude observar las injusticias de algunos soldados del ejército de Abaddon, por lo que tuve que intervenir y neutralizar a los enemigos —completó Kondro con una señal a los soldados de Agarth para que alejaran sus manos de las armas—. Entre los presentes se encontraba una mujer de edad que se acercó para preguntarme mi posición en la guerra contra Abaddon. Definitivamente le declaré mi neutralidad; sin embargo, era alguien muy persuasiva.
—¿Te invitó a unirte a la resistencia, cierto?
Kondro notó la perspicacia en su pregunta. Asintió en silencio.
—Cuando me reclutó para la resistencia, me comentó sobre la formación de un grupo específico. Uno que se dedicara a recopilar cierta información que ayudaría a ganar fuerza contra el ejército de Abaddon. A la par nos pidió investigar a ciertas personas en la resistencia, ya que sostenía podían ser agentes dobles. Y ahora sabemos no se equivocó—
Shinji escuchaba con atención. Sabía que estaban por llegar al desagradable desenlace.
—¿Agentes dobles? ¿Quiénes? —indagó Fiura con curiosidad. Se acercó lentamente hasta Kondro, el mismo que sacó un pequeño papel que contenía siete nombres.
El rostro de Fiura palideció por unos segundos.
—Estos nombres corresponden a varios líderes de ejércitos y de la resistencia. ¿En verdad ellos eran traidores?
—No todos —se apresuró a contestar—. Cuando investigamos encontramos que todos ellos ocultaban algunos secretos, sin embargo, ninguno era, aparentemente, ser parte del ejército de Abaddon. Uno de mis compañeros descubrió un detalle, y era las consideraciones que implicaba el hecho que beneficiaba más en el campo ganador.
—Es decir… —interrumpió Bulow—… para algunos de ellos era mejor que Abaddon terminara ganando la guerra, porque los beneficiaría de manera personal, familiar o a su planeta.
—Exacto —concluyó Kondro. —Fue entonces que los identificamos, y después de eso, encontrar pruebas ya fue más fácil.
—Debieron alertar cuando fueron descubiertos y eso causó que las fuerzas de Abaddon atacaran a la nave —supuso Hisako con malestar
—No —respondió enérgicamente uno de los soldados
—¿Qué? —inquirió Hisako con sorpresa. Las miradas de los presentes estaban sobre el soldado.
—Como lo menciona. Abaddon y sus fuerzas no fueron los que atacaron la nave de la resistencia.
—¿Estás diciendo que hay una fuerza en magnitud superior o similar a la de Abaddon? —preguntó Giselle con incertidumbre. En su mente se formaban cientos de figuras que podían llegar a ser más peligrosas que las que se había enfrentado en el pasado.
—Un grupo de seres celestiales aparecieron en diversas partes de la galaxia. Uno de ellos al frente de la nave de la resistencia. Al inicio todos pensaron eran simples guerreros, pero entonces las noticias recorrieron todo el universo, esos guerreros celestiales estaban atacando a las principales fuerzas y líderes de la resistencia en todo lugar —explicó Kondro con molestia, su mueca mostró todos sus dientes.
—¿Aliados de Abaddon?
—No, en realidad, el planeta Apolión fue atacado por esos seres al mismo tiempo —
Los presentes permanecieron en silencio algunos segundos.
—Chad dio la alerta de su llegada. Lo que permitió la organización temprana en la nave. Fue él que nos indicó quienes eran, ángeles.
—¿Cómo los de las religiones? —indagó Sailor Mercury con curiosidad
Los habitantes de la dimensión le miraron con incertidumbre. No sabían a qué se refería.
—¿Dónde está Chad? —preguntó Bulow con temor
—Muerto…—comenzaba a responder Kondro
—¡No! —interrumpió Hisako con molestia. Dio un golpe contra la pared de la nave y sus dientes chocaban entre sí con furia. Se negaba a creer lo que escuchaba, tenía la esperanza de que Chad estuviera vivo.
—Lamento tengas que escuchar esta noticia —respondió Kondro con empatía—. Chad hizo frente al ángel cuando se presentó con la intención de destruir a la nave. Su valentía permitió que se lograra evacuar en naves, portales y estelares a un gran porcentaje de los refugiados.
—¿Están bien? —preguntó Giselle con sorpresa
—Una parte logró escapar y está siendo reunida en un punto de concentración a varios años luz de aquí.
—El Reino de Cristal —concluyó Bulow. Kondro y los soldados le miraron con la boca abierta, unos de los mayores secretos habían guardado desde el ataque, estaba siendo comentado como si nada.
—¿Cómo sabes de ello? —
Bulow miró al soldado que le preguntaba y llevó su mirada al piso.
—Para acceder al sitio seguro de la resistencia es necesaria activarla mediante códigos y runas especiales —explicó el momento que estiraba su mano derecha y una runa de color azul brillante apareció flotando. La runa se extendió en todo el lugar formando un mapa estelar de toda la galaxia.
—Increíble —murmuró Sailor Venus
—Zeroth —declaró Bulow. El mapa del lugar comenzó a moverse dirigiendo su atención a un punto vacío del universo.
—¿Ahí? Es un cuadrante vacío
—Así es, es uno de los puntos de acceso más cercanos. Si llegamos hasta ese lugar, podré conseguir la ubicación para el Reino de Cristal.
Sailor Mars se colocó entre Kondro y los guerreros de la resistencia.
—Rei… —murmuró Sailor Moon al ver su acción
—Si las fuerzas de Abaddon fueron atacadas ¿Qué sucedió con ellos? —preguntó la sailor de fuego.
—Las fuerzas de Abaddon recibieron un fuerte golpe. Lo que generó que las fuerzas militares y similares se tuvieran que estructurar nuevamente. Los ángeles atacaron el planeta de Abaddon con fuerza, lo que ocasionó la muerte de algunos guerreros.
—¿Guías? —indagó Fiura rápidamente. Sus ojos brillaban con intensidad, dentro de todo ansiaba escuchar que uno de los tres había muerto.
—En absoluto —contestó Kondro—. Los tres guías, hasta dónde se sabe, fueron quienes lograron hacer frente a los ángeles. Arcanos y aliados del conde, fueron los que murieron en la batalla.
Las cinco sailor imaginaban si acaso Rixí y Bos Namad habían perecido en la batalla.
—¿No había nadie que ayudara a Chad en la batalla? —indagó Shinji rápidamente, su mente tenía cientos de preguntas, pero quería formularlas en orden.
—Sí—
—¿Quiénes?
—Quién me reclutó me comentó que ustedes cinco habían ido a una dimensión para recuperar una esencia. Chad por su parte planeaba hacer lo mismo en otro lugar, para ello reunió un grupo, entre ellos su hermano y dos guerreras. Ellos estaban listos para salir en su misión, cuando el ángel se presentó. Al inicio Chad luchó solo, pero enseguida sus compañeros se unieron a la batalla. A pesar que le dieron una buena pelea, fueron derrotados rápidamente.
—Maldición —murmuró Shinji, su mente imaginaba que quizá si hubieran estado ahí podrían haber hecho algo, apoyar de alguna forma. Se sentía inútil, culpable y maldito.
—Chad demostró un nivel de poder superior al que todos conocían en él. Pero, lamentablemente perdió ante las circunstancias. Y enseguida los ángeles, acusándonos de ser parte del resquebrajamiento de la neutralidad de nuestro universo, destruyeron la nave con todos los que no habían logrado escapar.
El silencio invadió el lugar. Lo único se escuchaba era el llanto de Sailor Moon, ahogado por su propia mano.
—Hubiera muerto como todos, sin embargo, en la nave se encontraba uno de los aliados de la resistencia, una joven que intentaba sacar a todos los refugiados posibles. En el último momento, mientras la nave se consumía en una bola de fuego, ella me sacó junto a dos personas más de la nave. Nos despertamos en un planeta desierto a una distancia demasiado alejada.
—Todas las personas que la resistencia había salvado, perecieron ese día —murmuraba Giselle para sí misma.
Sailor Jupiter recordaba la destrucción de su hogar y miraba ahora la destrucción de la esperanza en esa dimensión. Su puño se cerró con molestia, definitivamente quería hacer pagar a Abaddon y los suyos por tanto daño causado, ellos habían sido los que iniciaron todo.
—¿Qué hacemos ahora? —indagó Tuxedo Mask
—Creo debemos reunirnos con algún líder —propuso Fiura con seriedad—. El plan original se mantiene en pie, debemos ir a la dimensión que Chad tenía como objetivo y recuperar la esencia. Sin ellas, podemos retrasar el plan de Abaddon.
—¿Qué hay del equipo de Chad? —preguntó Bulow
—Desaparecieron junto con Chad en la batalla final. A pesar de los esfuerzos de los buscadores, no se los ha localizado. No existe rastro de su esencia. Los ángeles tenían el poder de eliminar por completo a sus enemigos.
—Debemos reunirnos con Madame Margaret ¿está viva?
—Sí —respondió Kondro—. Fue ella quién sintió su presencia y nos envió a este lugar.
—Destruyeron el símbolo de paz y resistencia que manteníamos. Me encargaré de hacerles pagar cada uno de sus ataques —gruñó Fiura. Un aura de color negro la envolvió rápidamente, su furia elevaba su nivel de poder.
Un fuerte resplandor dorado inundó la habitación.
—¡Madame Margaret! —expresó Giselle con emoción. Al frente de ellos se ubicaba la mencionada, vestía un vestido largo de color dorado con filos azules. Su cabello se veía peinado cuidadosamente con una coleta en la parte posterior. Sus ojos cubiertos por lentes les miraban directamente.
—Cuando me alegro de verlos con vida —sentenció con seriedad. Todos comprendieron que era lo máximo posible a una felicidad en ella.
—Nos alegra saber se encuentra bien.
—¿Guerreros de esa dimensión? —indagó Madame Margaret mirando a las sailor
—Mi nombre es Sailor Moon —explicó la joven de cabello rubio—. Ellas son las inner senshi y Tuxedo Mask.
Los nombrados hicieron una especie de reverencia, definitivamente no sabían cómo comportarse ante Madame Margaret.
Los dos pequeños gatos tosieron disimuladamente al sentirse ignorados.
—Ellos son Luna y Artemis —explicó Sailor Moon con rapidez
—Bestias con el don de hablar. Siempre son un buen presagio, bienvenidos todos. Me alegro de contar con su fuerza en esta lucha.
—¿Alguien más de los guerreros se estaban reuniendo ha sobrevivido? —preguntó Giselle con timidez
—Dogson y Ariadna se encuentran bien. Fueron de los primeros en ser evacuados, pese a que no estuvieron de acuerdo con huir de la batalla. Algunos aliados reunidos por Chad escaparon y otros han llegado hasta el Reino de Cristal. Sin embargo, Chad, su hermano y sus dos guerreras han desaparecido de la existencia. Pese al esfuerzo de los buscadores, no existen ya en este universo.
—Él hubiera querido que sigamos luchando para derrotar a Abaddon, debemos hacer eso en su honor y el de todos los que murieron injustamente.
—Gracias por tus palabras Shinji. La resistencia tiene nuevos líderes y ellos han puesto su fe en todos los que pertenecen a las fuerzas que buscan encontrar las esencias.
—¿A qué lugar se dirigía Chad? —preguntó Giselle rápidamente
—Un lugar que llaman Sociedad de almas. Ariadna recopiló más información del lugar. La visitaremos.
Los cinco guerreros asintieron al mismo tiempo. Sus ojos se posaron en las miradas de incertidumbre de los nuevos aliados.
—Kondro —enunció Madame Margaret—. Informa a la nave que prosigan con la búsqueda. Nosotros iremos al punto de control para visitar a Ariadna.
—A sus órdenes —respondió el nombrado. Se dirigió al panel de control y tras balbucir algunas órdenes en otro idioma, presionó algunos botones para dirigir la nave a su nuevo destino, el Reino de Cristal.
Ala de los Guías, Planeta Apolión.
—Esto es inaceptable —declaró Frankmoon con furia. La copa que sostenía en su mano fue lanzada con gran fuerza y velocidad en contra de un espejo que colgaba de la pared, el impacto ocasionó que ambas se destruyeran en cientos de partículas.
—Ahí van otros siete años de mala suerte —declaró Adrián con sarcasmo. La armadura que vestía relucía con el brillo del sol que entraba por la ventana. En la parte lateral derecha de su cuello se observaba una cicatriz de un arma blanca, un recordatorio que para él significa su estado de vulnerabilidad.
—¡Cálmate Frankmoon! —ordenó Xiïta con paciencia. La copa de vino de su mano fue llevada a sus delicados labios dando la bienvenida de la bebida a su cuerpo. Saboreó el bocado de vino y prosiguió—. Lo que sucede actualmente es únicamente por las decisiones del gran Abaddon. Él es consciente de la situación actual. Debemos tomar en cuenta, como detalle positivo, que no fue ascendido quien teníamos en mente.
—El solo hecho de que haya uno más de nosotros es el problema —declaró Frankmoon con desesperación. Una mueca de molestia se dibujó en su rostro, mientras su lengua paseaba por la parte interna de su boca—. El plan está próximo a comenzar, no debería existir ninguno más hasta que sea ejecutado.
—No pierdas el control Frankmoon —aconsejó Adrián, en su mano se observaba un vaso de cristal con una bebida de color transparente, definitivamente más fuerte que el vino de sus compañeros—. La situación nos presenta una gran oportunidad, que lastimosamente no la están tomando en cuenta en sus maquinaciones personales.
—¿A qué te refieres? —preguntó Xiïta, se levantó del asiento color negro y se colocó junto a la ventana. Desde ahí observó cómo varios soldados y voluntarios reconstruían las edificaciones del lugar. Grandes destrucciones provocadas por los ángeles—. ¿Qué puede ser bueno?
—Bos Namad me ha informado que los sujetos de la resistencia y guerreros de ese planeta, si bien es cierto, no poseían gran fuerza. Ellos poseían habilidades interesantes, es por ello que Abaddon está enviando guerreros de mayor nivel a las incursiones de esencias —explicó Adrián con un nuevo sorbo a su bebida. Inmediatamente notó los rostros de confusión de sus compañeros.
—Esto significa, que, si las habilidades de esos sujetos son bien orientadas y en un transcurso del destino, una abertura llegara hasta sus puertas, alguien misterioso podría sencillamente aniquilarlo. Solo es cuestión de que la mala suerte lo acompañe.
—Comprendo —replicó Frankmoon mientras sonreía—. Es intrigante la forma en que lo dices, supongo, sin temor a equivocarme, que nosotros entramos en la parte de la mala suerte—
—¿Necesito dibujarlo? preguntó Adrián de forma cortante. Frankmoon enarcó una ceja con molestia.
—De todas formas, debemos tener cuidado, el hecho de que existan generales al servicio directo, causa que tengamos un mayor peligro en el desarrollo del plan— aclaró Xiïta con una sonrisa, un bostezo inundó su expresión.
—No te preocupes —dijo Adrián—. Bos Namad, Mara y otros estarán de nuestra parte en el momento indicado. Ahora si me disculpan— continuó mientras asentaba el vaso en un mueble y se dirigía a la puerta—. Tengo que visitar a alguien.
Reino de Cristal, nave dimensional AX—7
Sailor Moon se aferró al brazo de Tuxedo Mask ante el aterrizaje de la nave. Había notado como los soldados eran sigilosos en el uso de códigos que indicaban la ubicación del Reino de Cristal. Por dentro recordaba cómo se perdía en su propio distrito, era imposible recuerda la ubicación en un mapa del universo.
—Hemos llegado. Espero puedan tomar un ligero descanso. Posterior a ello iniciaremos con la planificación de nuestro viaje al lugar mencionado —indicó Madame Margaret.
Las puertas de la nave se abrieron dando paso al fino aroma del césped que se encontraba cerca. Las sailor junto a Tuxedo Mask y los gatos fueron los primeros en salir de la nave, respiraban el aire fresco del lugar y observaban como en el horizonte se observaban varias montañas de cristal de miles de metros de altura que protegían el lugar.
Los cinco guerreros junto a Kondro y Madame Margaret prosiguieron su salida.
—¡Chicos! —gritó una voz femenina con euforia
Los presentes regresaron a ver. Para su sorpresa al frente de ellos Ariadna corría a su encuentro. Giselle notó los brazos de la princesa que le abrazaban con gran fuerza y cariño. La chica sonrió ante ello.
—Me alegro de que estén bien —declaró mientras derramaba unas lágrimas. Rápidamente abrazó a los cinco guerreros con mucho cariño. Giró su cuerpo y vio el rostro de sorpresa de Sailor Mars.
La joven princesa la abrazó rápidamente—. No sé quién eres, pero me alegro estés bien.
Las otras cuatro sailors miraban la escena con sorpresa, definitivamente Sailor Mars no era alguien que le guste mucho los abrazos.
—Gra…gracias —atinó a responder la sailor de fuego con evidente incomodidad.
—Los encontramos en el cuadrante de la nave, definitivamente fue suerte que no los haya detectado el enemigo.
Ariadna notó que ninguno de ellos mencionaba su viaje o hablaban de la esencia, quizá la misión había fallado, decidió permanecer en silencio en lo referente a ese tema.
—Descansarán un momento y posterior a ello nos reuniremos para planificar la nueva misión.
—Antes de ello —interrumpió Ariadna a Madame Margaret.
—¿Qué sucede?
—En su ausencia llegaron tres nuevas personas a este lugar.
—¿Cómo? Eso es imposible —respondió Madame Margaret—. Todos los que conocen el código de acceso y la ubicación ya se encontraban aquí ¿Quiénes son?
—Madame Margaret, siempre tan egocéntrica —declaró una voz masculina.
La nombrada observó a la persona que le hablaba, su piel palideció por unos segundos. Junto al sujeto se ubicaban dos chicas. El destino estaba jugando de una forma curiosa con todos ellos.
—Tec —murmuró Madame Margaret
Los presentes miraban con sorpresa a los presentes. Sailor Moon miraba que frente de ellos se encontraba un joven de cabello negro, sin saber que era el hermano de Chad y sus aliadas. Aparentemente las personas no permanecían muertas mucho tiempo en ese lugar.
Habitación Secreta, Planeta Apolión.
Adrián cerró la puerta a sus espaldas. Un brilló cubrió a la puerta rápidamente, la magia arcana era muy eficiente en ese lugar. Con un sonido de su mano, las luces del lugar mostraron dos espacios separados que tenían rejas que la rodeaban.
—¿Vienes de visita? Que considerado —declaró una voz femenina en una de las celdas.
—Tienes una lengua muy cortante para estar en este lugar ¿Debo recordarte que te salve de una muerte segura?
—Y me trajiste a una prisión. Considero la muerte era una mejor opción.
—No confundas mi ayuda con misericordia. La única razón por la que te salvé es porque eres necesaria.
—No discutas con él, Orchid. Definitivamente es la persona más testaruda del universo —habló una voz masculina
La princesa de Gamta decidió callar y no proseguir con su pelea.
—¿A qué viene tu desagradable visita? —indagó nuevamente la voz masculina
—Hermano, me hieren tus palabras —explicó Adrián con una sonrisa.
Entre las sombras de la celda apareció Chad que se colocó al frente sin temor alguno. Su pantalón lucía rasgado y con quemaduras, su pecho estaba cubierto por algunos vendajes.
—Yo seré quién acabe con tu vida —
—Me reconforta saber que cuidarás mi espalda —repitió Adrián con seriedad—. He venido a discutir su libertad.
Chad le dio la espalda con molestia. Orchid por su parte cerró su puño con furia en su celda.
—¿Y qué se supone que quieres hagamos? ¿Atacar un inocente? —gritó la princesa de Gamta con ira
—A lo contrario, quiero que vayan con sus amigos de la resistencia y realicen un ataque a uno de los nuestros.
Los dos prisioneros quedaron en silencio ante ello. ¿Qué clase de trampa era esa?
—Quieres la ubicación de la resistencia. Lo siento no será tan fácil, donde ellos están esta resguardado y no…—informaba Chad
—El Reino de Cristal —interrumpió Adrián. Chad quedó en silencio. Orchid comprendió que Adrián había dado en el clavo.
—¿Cómo?...
—Hermano, eres bastante ingenuo—
Adrián estiró su mano derecha para formar una runa de color negro que se extendió en toda la habitación formando la galaxia entera, tras unas nuevas palabras, el mapa se dirigió a la ubicación exacta del Reino de Cristal.
—Entonces Adrián y Orchid. ¿Irán ustedes al Reino de Cristal o irán mis fuerzas para aniquilar a todos?
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