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Looking for Something - Capítulo 12: Devastación

  • Foto del escritor: Kyon Andres
    Kyon Andres
  • 3 feb 2018
  • 9 Min. de lectura

Distrito Juuban, La Tierra.


Haruka Tenou y Michiru Kaiou corrían rápidamente entre los escombros del lugar, el ambiente les daba la bienvenida con sangre, muerte y dolor. La mitad del distrito había sido arrasado por un poder inimaginable; con sus últimas fuerzas buscaban sobrevivientes, con poca esperanza.


—No encontraremos nada —pronunció Michiru, sus largos cabellos color aguamarina se movían con el viento. Llevaba una larga falda y blusa color de su cabello, a la par una venda cubría su brazo izquierdo.


—Me niego a creer eso —respondió Haruka en voz alta. Al contrario del estilo femenino de su compañera, su cabello era rubio corto; vestía un pantalón amarillo y blusa blanca.


Michiru se detuvo ante la cruda realidad, en un costado observa un brazo que sobresalía de los escombros de lo que en su momento fue un edificio—. ¿Acaso nuestros poderes fueron insignificantes ante las fuerzas?


Haruka agachó su cabeza ante el comentario, quería responder, pero no había respuesta correcta, solo afirmación de dolor e impotencia.


—Sailor Moon y las chicas deben estar en algún lado, es imposible que hayan muerto ¿verdad?


Haruka asintió rápidamente. Sin embargo, en su mente las peores imágenes la sacudían.


Ambas chicas notaron como una energía invisible se sentía a varios kilómetros, sin perder tiempo siguieron su camino hacia el lugar, la esperanza se aferraba a sus pensamientos.


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Sailor Venus miraba con intranquilidad las acciones de Hisako sobre los cuerpos inconscientes de sus dos amigas. Al costado observaba al guerrero de Rathúnas como cosía algunas heridas de su cuerpo, producto de la batalla contra Bos Namad y el toro. Un sinnúmero de finas esporas de color amarillo descendía de las manos de Hisako sobre los cuerpos de Sailor Moon y Mercury.


Shinji generó una mueca de dolor en su rostro, la aguja estaba usando para coser los cortes en su cuerpo, había golpeado un espacio vital, ya que la sangre empezó a caer por todo su abdomen. Sailor Venus llevó su mano a la boca con temor, intentó levantarse para ayudar al joven.


—No te levantes, necesitas recuperar fuerzas —anunció Shinji esparciendo la sangre hacia el suelo con su mano antes de proseguir con su curación.


—¿Por qué no usa ella la misma técnica de magia con la que cura a mis amigas?


—No funcionaría. Las heridas de mi cuerpo son producto del protector de Bos Namad, el toro. Los ataques directos de ellos no pueden ser curados por magia. Eso los vuelve aún más peligrosos


—Al contrario que sucedió con tus amigas, su caída fue producto del ataque directo de Bos Namad, por ello puedo curarlas con magia —respondió Hisako, su rostro lucía pálido por la pérdida de sangre.


—De no haber sido por ustedes, estaríamos muertas —


—Sailor Venus —declaró Shinji terminando de cerrar la herida—. ¿Ustedes son parte de los protectores de este planeta?


Sailor Venus lo miró y agachó la cabeza, no sabía cómo responder ante esa pregunta. Dudaba sobre contar la historia de ellas y el Milenio de Plata.


—Quizá no manejan el estilo de defensa como en nuestra dimensión —contestó Hisako, quien respiraba con fatiga.


—No es eso —La sailor estiró su brazo derecho con dolor—. Simplemente el poder que enfrentamos era un nivel distinto al que estamos acostumbradas. Defendemos este planeta y distrito en lo posible, pero nunca esperamos ser superadas a tal magnitud.


—Ustedes llevan los nombres de planetas de un sistema solar de nuestra dimensión ¿Aparte de ustedes tres, hay más sailors?


Sailor Venus asintió antes de responder


—Sailor Moon es nuestra líder. Mercury, Mars, Jupiter y mi persona somos las inner senshi. Uranus, Neptune, Saturn and Pluto conforman las outer senshi, pero suelen estar enfocadas en otros aspectos de nuestro…


Sailor Venus quedó en silencio


—Comprendemos la falta de confianza. Nada te garantiza seamos aliados o seamos diferentes a los que atacaron. Una vez tus amigas despiertan, saldremos de este planeta. Después de todo fallamos en la misión.


—Esa piedra —


—Así es, era una pieza clave en nuestro afán de detener a Abaddon —contestó Shinji apoyándose en una piedra de gran tamaño.


—Escuché ese nombre bastantes veces, pero no comprendo quién es —


—Abaddon compone al líder de las fuerzas enemigas de nuestra dimensión. Un sujeto que busca crear una especie de utopía perfecta en cuando a capacidades para vivir. Para ello considera primero debe eliminar el sistema actual.


—¿Crear para construir? Eso no tiene mucho sentido —respondió Venus con intriga, sus piernas reposaban sobre el frío piso con pesadez.


Hisako culminó su proceso de curación y alejó sus manos de los cuerpos de las dos chicas. Sus cadenas vibraban con nerviosismo.


—La ideología que compartió Abaddon fue bastante interesante al inicio. Cuando se presentó únicamente como un individuo, llamó la atención de toda autoridad y fuerza en nuestro universo —hizo una pausa y continuó—. Sin embargo, cuando unos de los planetas se opusieron a su ideología e intentaron encerrarlo, fue cuando toda nuestra dimensión conoció el poder inmensurable de Abaddon.


—¿Destruyó a los líderes que intentaron detenerlo? —indagó Venus con curiosidad


—Peor —interrumpió Shinji—. Destruyó su planeta y habitantes uno a uno, con sadismo y disfrute.


—¿Todo el planeta? Te refieres aniquilar a los que vivían en el mismo, ¿cierto?


—No —


—Abaddon destruyó el planeta en su aspecto físico, y si algo aprendimos todos esos días, era que ese acto no le costó gran esfuerzo


Sailor Venus llevó su mano aterrada a su rostro—. ¿El sujeto nos atacó tiene tal poder?


—En lo absoluto. Bos Namad pertenece a una facción de guerreros conocidos como arcanos, quienes poseen un poder bélico y de poder superior a los límites establecidos en poder. Mas no corresponden al poder de Abaddon, se entiende por relatos y demás que el poder del conde del infierno está a un nivel incomprensible para los que catalogan los ataques en niveles —


—Bos Namad, sin embargo, no pertenece al grupo de los guerreros más fuertes. Los guerreros de élite y los guías son su poder bélico principal, seres con habilidades de combate pulidas con fuerza y sangre, magia y habilidades que opacan a los más eruditos.


—¿Por qué hacer frente a alguien de tanto poder, cuando no hay esperanza de una victoria?


—Porque si no lo hacemos nosotros, estaríamos siendo cómplices de su maldad y masacre, disfrazada de buenas intenciones para crear una utopía perfecta de armonía


Venus recapitulaba cada una de las palabras. Definitivamente la carta que llevaban esos guerreros superaba expectativas. Considerando la fuerza de sus enemigos, se preguntaba si el distrito había tenido suerte en no ser arrasado en su totalidad.


—Hmmph —se quejó Sailor Mercury mientras se movía lentamente. Sus ojos se abrieron y pudo observar el rostro de Hisako mirándola con detenimiento.


Sailor Venus se levantó rápidamente y se acercó a su amiga—. Mercury


—Venus —respondió la sailor al observarla—. ¿Qué sucedió?


—Todo el lugar se vio envuelto en un ataque masivo, de no ser por ellos, creo estuviéramos muertas —contestó la sailor de cabellos dorados mirando a los mencionados


—Es en gran parte tu rápida defensa la que evitó Bos Namad, nos aniquilará —acotó Shinji.


Sailor Mercury y Venus miraron a Sailor Moon que se mantenía recostada en el piso en un sueño total.


—¿Por qué sigue dormida? —indagó la sailor de cabellos azules


—Sus cuerpos no están acostumbrados al nivel de reiki manejamos en nuestra dimensión. Sailor Moon recibió más ataque que ustedes dos, por ello necesitará un tiempo adicional para recuperarse. El hechizo de curación se le colocó a ella hizo efecto, no deben preocuparse —explicó Hisako


Las dos sailor escuchaban el ambiente el sonido de las llamas y algunas explosiones que seguían, no se atrevían a mirar más allá de los límites, no querían aceptar la destrucción de sus hogares.


—Sailor Mars y Jupiter ¿están bien? —preguntó Mercury de inmediato


—No hemos podido movernos de este lugar —contestó Venus—. Quizá estuvieron fuera del área de explosión


—Sin contar la presencia de nuestros tres compañeros —interrumpió Shinji colocándose la camiseta rasgada—. Es notoria la presencia de más guerreros de este planeta con un nivel similar al de ustedes, imagino son sus amigas


—¿En verdad? —preguntó Mercury con emoción, sus ojos se iluminaron ante la noticia—. Deben estar bien, me alegro por ello


Hisako miró de reojo a su compañero, en su mente se preguntaba porque mentía. Ella no había notado la esencia de sus compañeros, menos aún de fuerzas menores.


—Cuando Sailor Moon despierte, podremos ir a buscarlas —contestó Venus con emoción


La Tierra, Grecia, Cámara del gran Patriarca


Saori Kido sentía como un gran cosmos se acercaba hacia el santuario. Observó cómo Kanon, antiguo marina de Poseidón, conocido como Dragón de los mares seguía arrodillado en la cámara.


Kanon intentaba comprender lo que acababa de suceder. Algunos minutos antes se había enfrentado en combate al santo de Escorpio, Milo. El mismo que lo había atacado sin piedad y recibido el golpe definitivo de Antares, sin embargo, se encontraba vivo. Las palabras de la diosa Athena minutos antes le habían hecho comprender que el santo dorado de Escorpio no lo había matado porque lo aceptaba como un nuevo caballero dorado, al igual que su hermano, de la casa de Géminis.


—¿Por qué lo ha hecho? —se preguntó en su mente. Las estrellas brillaban con gran intensidad en lo alto, la noche auguraba revelaciones. Al frente suyo se encontraba la reencarnación de la diosa Athena, Saori Kido. Ella chocó su mirada y le transmitió aprecio y apoyo, definitivamente respaldaba la decisión del santo de Escorpio.


—Athena… —comenzó a pronunciar Kanon, pero sus palabras quedaron cortadas ante la presencia de un cosmos de gran poder, su cuerpo tembló y se levantó de inmediato, no había sentido ese nivel de poder antes.


Saori se acercó a la ventana más cerca y observó como el cielo nocturno lleno de estrellas empezaba a formar un mensaje para todos los guerreros del planeta.


En la casa de Escorpio, el santo quedaba atónito ante el fenómeno que se estaba formando en el cielo, sus músculos se tensaron no solamente al ver el espectáculo sino al sentir un cosmos, que, bajo su concepto, era maldad pura. Podía decir con seguridad que el cosmos sentía se encontraba bien lejos de donde ellos estaban, pero esa realidad únicamente causaba que su preocupación aumentara.


—Al parecer algo malvado se acerca —interrumpió una voz masculina a sus espaldas. El santo giró unos pocos grados su cabeza para encontrarse con el rostro serio del santo de Leo, Aioria.


—Debemos considerar una posibilidad. Aunque creo puedes corroborar el hecho de que se encuentra muy lejos —declaró Milo de escorpio observando desde los pilares de su templo a los santos de Aires y Tauro mirar las estrellas con preocupación. Cada uno de los santos se encontraban en el santuario notaban la presencia y comprendían la magnitud del poder que emanaba, algo que no había sucedido jamás.


—¿Acaso podrán ser algún dios? ¿Sus guerreros? —indagó Aioria con evidente preocupación. Su mente imaginaba a guerreros de gran poder liderados, quizá por quien más temían, Zeus.


—No lo sé. Después de la derrota de Poseidón, no creo muchos estén felices con todo ese desenlace. Los santos de bronce protegieron a Athena ante Poseidón y la situación de Hilda de Polaris, en esta ocasión como santos de oro debemos protegerla. La mayoría de casas lucen vacías y eso podría ponernos en desventaja.


—Estaremos preparados para cuando ese cosmos y su poseedor lleguen hasta este lugar. Protegeremos a Athena con nuestras vidas


—Seiya y los demás ya han librado demasiadas batallas. Merecen evitar el peligro, aunque sea un tiempo —completó Milo.


Una brisa de viento helado movió los cabellos de ambos caballeros. Entonces sus ojos observaron la verdadera profecía que se teñía en el cielo.


Los seis santos que se encontraban en el santuario. Aries, Tauro, Géminis, Escorpio, Virgo y Leo miraban con incredulidad el cielo. Athena por su parte comprendía que estaban por enfrentar un verdadero peligro. Su mirada observaba como poco a poco, las estrellas del cielo iban desapareciendo.


Distrito Juuban, La Tierra.


Sailor Mars despertó con rapidez ante las pesadillas la estaban consumiendo. Su cuerpo se levantó del frío suelo donde reposaba y al hacerlo una mueca de dolor se dibujó en rostro, observó las vendas de su pierna y abdomen. A su lado Sailor Jupiter vendada de igual forma descansaba.


—¿Estás bien? —le preguntó una señora


Sailor Mars observó a la mujer al frente suyo, notó algunos cortes y raspones en su cuerpo—. Sí, estoy bien —respondió con rapidez.


Alrededor del lugar donde se encontraban estaban algunas personas, sobrevivientes del terrible ataque de los guerreros de Abaddon.


—¿Están ustedes bien? —indagó Sailor Mars colocándose de pie.


—Sí —anunció un niño—. Vimos cómo peleaste contra esos sujetos, tú nos defendiste—


—Yo no hice mucho… —declaró Sailor Mars agachando su cabeza


—En realidad hiciste bastante —contestó una voz masculina a sus espaldas


Mars giró su cuerpo y observó a Bulow que traía cargando a dos sobrevivientes.


—¡Tú!


—Estamos reuniendo la mayor cantidad de sobrevivientes. Los sistemas de emergencia de distritos cercanos se han activado y la ayuda estará aquí pronto.


Sailor Mars notó como un poco alejadas se encontraban las dos acompañantes del guerrero, ambas chicas estaban curando a los heridos. Bulow dejó en el suelo a los sobrevivientes y dio la espalda para salir del lugar


—Espera —declaró Mars acercándose al chico—. ¿Has visto a unas chicas con uniformes similares a los nuestros?


—No —contestó el guerrero —. Lamento ello, también estoy buscando a unos compañeros. La ciudad está llena de muerte.


—Ellas están vivas —completó Mars al escuchar esas últimas palabras


Bulow le miró con resignación —. Hay un sujeto vestido con un traje y antifaz, había dos gatos junto con él. Buscaba en unos escombros al sur de esta posición.


Sailor Mars comprendió de quien hablaba, tenía que ir a verlo—. ¿Podrías acompañarme a buscarlo? Con la herida de mi pierna se me dificultará


Bulow le miró con desgano, definitivamente se arrepentía de haber venido a esta misión. Asintió.


Sailor Mars sonrió segundos antes de sentir como el joven le tomaba de la cintura y piernas para llevarla en sus brazos.


—¡Espera! ¿Qué haces? —indagó Sailor Mars sonrojada


—¡Oh cállate! A mí me gusta menos que a ti


Antes de que la sailor pudiera replicar notó como el sujeto se elevaba en los aires y se alejaba del campamento de supervivencia.


Una joven de largos cabellos color verde oscuro los observaba desde lo alto de unos escombros. Movió su báculo hacía ellos y sonrió, todo estaba por completarse conforme al designio del tiempo.

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