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Looking for Something - Capítulo 11: Ángeles

  • Foto del escritor: Kyon Andres
    Kyon Andres
  • 17 ene 2018
  • 8 Min. de lectura

Distrito Juuban, La Tierra.


Sailor Mercury recordaba las clases de la escuela dónde se declaraba que el toro en la mayoría de culturas era considerado un símbolo de fuerza.


—Esto es imposible —musitó para sí —. No puede estar sucediendo esto


En ese instante, la sailor notó una fuerza invisible que la golpeaba con fuerza. Un escalofrío recorría su cuerpo. De pronto, notó como los ojos del animal le miraban con atención.


—Me sorprende estos intentos de guerreros hayan causado tanto daño —declaró el toro de improvisto


Las dos sailor se miraron entre sí sin atinar a cómo reaccionar, a su lado los dos guerreros de la resistencia chocaban sus dientes con molestia y miraron al arcano


—¿Empezamos el show? —preguntó Bos Namad con tranquilidad, los guerreros no lo podían distinguir con claridad a la distancia que se encontraban.


El toro bufó nuevamente, causando un viento que empujó algunos de los escombros del lugar. En ese instante levantó su cabeza y registró todo el lugar.


—Maldición —murmuró Shinji con molestia—. Esto no esperaba


Hisako cerró su puño derecho con furia. Sabía perfectamente que su nivel de batalla podía hacer frente a un arcano, pero no a su revolución. De reojo observó a las dos sailor, pese a la batalla no se habían alejado, tenían agallas. Una de ellas había quedado fuera de combate por el ataque del arcano, quizá era mejor si no se involucrarán. Sus ojos se posaron en Sailor Moon, recordó como el ataque de la chica había causado una sorpresa y molestia a Bos Namad. Quizá si organizaba una estrategia distinta, podían ganar.


—Dos guerreros de la resistencia —declaró el toro nuevamente—. Amigos de Chad, un arcano


—Anteriormente arcano —corrigió Bos Namad con rapidez. El tono de su voz demostraba molestia y cansancio—. Decidió pasarse al bando perdedor


—¿También tienes asuntos pendientes con él? —se mofó Hisako lanzando sus cadenas hacia el animal. El toro rápidamente estiró su pata delantera y detuvo el ataque, un gran estruendo resonó


—¿Acaso piensan hacer frente a esa bestia? —se preguntaba Sailor Moon con terror, definitivamente estos guerreros y sus habilidades eran un nuevo nivel.


—Terminemos esto —anunció el toro con un bramido profundo


Bos Namad se materializó al frente de Shinji, intentó darle un mandoble con su arma, pero fue detenido por el rifle fusionado del guerrero. Una mueca de dolor se dibujó en el rostro del comandante de Rathúnas, situación que no pasó desapercibida para Sailor Mercury, definitivamente las reglas del juego habían cambiado.


Las cadenas de Hisako se movían a tal velocidad que simulaban ser decenas de ellas, todas se dirigieron hacia el toro con fuerza. Con una apertura de su hocico, el toro desvió las cadenas, un ventarrón golpeó a Hisako y la lanzó hacia los escombros del lugar, varios kilómetros de vueltas.


Sailor Mercury se colocó frente al toro, sus piernas temblaban, estiró sus manos para atacar


—No te involucres niña, tu muerte no es necesaria aún —replicó el toro. Ami Mizuno quedó inmóvil, sabía que sus ataques no le dañarían, la masa de su contrincante era enorme. No sabía qué hacer, de reojo notó el temor de Sailor Moon y el cuerpo inconsciente de Sailor Venus, no podían hacer nada.


Casta Navarra —gritó Bos Namad nuevamente, una ráfaga energética roja se generó en sus manos y salió disparada, en el camino tomó la forma del rostro de un toro. Shinji antes de poder reaccionar fue golpeado de lleno por el ataque, una hilera de sangre salió de su boca y chocó con fuerza contra el piso. El cuerpo pesado del guerrero cayó pesadamente en el piso.


Una nube negra se acumuló en un punto cercano a ellos, Bos Namad y su protector arcano miraron con interés el lugar—. Creo que ella está por salir de control —mencionó el arcano


—¿Qué? —indagó Sailor Moon con sorpresa


—Tus dos amigas están en problema en ese lugar.


Las dos sailor miraron la nube con temor, sólo pedían que Rei y Makoto estuvieran a salvo.


Distrito Juuban, Parque Central, La Tierra.


Rei Hino, sacerdotisa del templo Hikawa, se mantenía en pie pese a las heridas y la sangre perdida. Su mirada mostraba fuerza e ira, su traje de sailor scout rojo lucía sucio, roto y lleno de manchas de sangre. Su contraparte como Sailor Mars, estaba siendo humillada como nunca antes.


Junto a ella se encontraba Sailor Jupiter, una chica de cabello largo color castaño claro. Su traje verde se encontraba en las mismas circunstancias, siempre había sido considerada la sailor más resistente; sin embargo, ante su enemiga, no era más que un simple juguete. La enemiga al frente suyo era una chica de piel pálida con cortes, cabello color blanco de larga longitud; llevaba una cinta de color negro sobre sus ojos. Su vestimenta consistía en una armadura negra en puntas con degradados rojos que cubrían sus pechos, abdomen y muslos. Sus pies eran cubiertos por unas largas botas negras con armazones metálicos a los costados.


Se había presentado como Ríxi, una arcana de un sujeto denominado Abaddon. Ambas sailor en un inicio habían pensado estaban relacionadas con sus antiguos enemigos, pero definitivamente era un conflicto superior a toda su experiencia. La joven no solo las había inmovilizado y causado grandes heridas en cuestión de segundos, sino que los tres guerreros que las habían rescatado no lograban hacerle frente o daño de gran magnitud.


Sailor Mars cerró el puño de su mano con molestia. Su ciudad estaba siendo destruida, su gente masacrada y no podía hacer nada.


—La resistencia ha sido una gran molestia y estoy por aniquilar a parte de ella en cuestión de segundos —anunció Ríxi con orgullo, de los cortes de su cuerpo salían llamas de color blanco


—Hace falta mucho más para aniquilarnos —declaró Fiura con molestia. Su vestido estaba rasgado. A su costado Bulow tenía parte de su gabardina quemada y Giselle simplemente mantenía una mirada hostil.


—No lo creo —replicó la arcana con furia—. Hellfire


Todas las llamas blancas de su cuerpo fueron expulsadas en una gran llamarada hacia la joven hechicera. Fiura extendió su mano derecha causando que sangre cayera de la misma y rápidamente gritó—. First door of hell. Defense: Specters


Del suelo emergieron docenas de espectros grises que se arremolinaron alrededor de Fiura y sus compañeros, protegiéndolos del fuego que los rodeaba.


Una sonrisa se dibujó en el rostro de la arcana—. ¿Hasta qué puerta has llegado? Definitivamente es una deshonra que alguien como tú tenga esa clase de poder


—Te sorprendería mi respuesta —contestó Fiura con tranquilidad. First door of hell. Attack: Killer crickets


Al terminar de gritar su ataque, Fiura extendió su brazo y de su mano unas gotas de sangre empezaron a formar cientos de grillo de sangre que se dirigieron hacia la enemiga con ira. Ríxi no pudo evitar mostrar su rostro de sorpresa, de inmediato causó que sus llamas blancas se dirigieran hacia los grillos en forma de contraataque.


Impacto —declaró Bulow con un arma en su mano, tres rápidos disparos impactaron y atravesaron el cuerpo de la joven arcana causando que el fuego se disipe y un par de grillos le causaran cortes en su cuerpo.


Sailor Mars gritó—. Fuego de Marte. De inmediato extendió sus brazos y juntó rápidamente las palmas de sus manos, las cerró y dejó únicamente los dedos índices extendidos. Una llama pequeña de fuego apareció en sus dedos, y completó —. ¡Enciéndete! La llama creció en tamaño y se disparó hacia el enemigo, tomando una dirección en espiral.


Al mismo tiempo Sailor Júpiter unió sus manos causando que una antena saliera de su tiara, del cielo cayó un rayo de color blanco azulado eléctrico, el mismo que gira en torno a Sailor Jupiter. —Trueno de Jupiter ¡Resuena!. El trueno concentrado en la antena sale disparado hacia su enemiga.


Los ataques de ambas sailor se unificaron en el camino y chocaron contra la enemiga, un fuego se inició en su bota derecha y unos rayos se colaron por su brazo derecho; dio dos pasos hacia atrás ante la sorpresa del ataque.


Sus dientes chocaron entre sí con molestia, estaba por contraatacar cuando sintió un dolor agudo en la parte posterior de su cuello, enseguida notó como la sangre caía por su cuerpo, un corte de arma blanca. Al mirar al frente notó como Giselle extendía su mano y en ese instante una fuerza invisible la empujó contra un muro de cemente del lugar, su cuerpo se perdió pesadamente entre escombros y polvo.


Las sailor sonrieron ante la pequeña victoria. Bulow tomó sus armas y se colocó frente a las chicas. Fiura y Giselle a los costados.


—Definitivamente les haré sufrir cada segundo antes de su muerte —gruñó la arcana saliendo de entre el polvo, la sangre de su cuello caía con rapidez por su cuerpo.


—No eres tan intocable como dices —repitió Giselle con burla


—Me he entretenido un buen tiempo, pero es momento de eliminarlos a todos… Y lo haré… —declaraba antes de quedar en silencio. Al frente suyo se presentaba una figura digital de uno de los guías de Abaddon


—Frankmoon —declaró Fiura con miedo en su voz


—A todos los guerreros de Abaddon que se encuentras lejos de Itobaal, se les requiere de inmediato en los cuarteles.


—¿Es una broma, cierto? —declaró la arcana con ira. Miró a sus enemigas con la intención de ignorar el holograma, pero Bos Namad apareció a su costado.


—¿Qué haces aquí? —gritó con molestia


—Escucha el mensaje completo


La arcana decidió escuchar la voz del guía con atención.


—…inmediato en los cuarteles. Dejen cualquier situación están realizando. Es una alerta omega


El rostro de la arcana palideció al escuchar las dos últimas palabras—. ¿Qué está sucediendo?


Los guerreros de la resistencia miraron con intriga la escena. Las dos sailor no comprendían quien era el sujeto, pero parecía alguien daba órdenes.


—Tenemos que irnos ahora —gruñó Bos Namad—. Si vas a matarlos, hazlo en este instante.


Al terminar sus palabras, el arcano desapareció en el ambiente, a lo lejos se observaba como el toro se desvanecía del lugar.


Ríxi se elevó a varios metros de los guerreros, todos ellos lucían indecisos y perdidos. Las llamas abandonaron su cuerpo y formaron una bola gigantesca en el cielo— Gaia Nova


La arcana mencionó el ataque y lanzó la esfera con rapidez.


—Corran —gritó Bulow al notar el poder del ataque, pero la luz los cegó rápidamente.


La explosión causó ondas expansivas que recorrieron decenas de kilómetros. Ríxi observó la destrucción y desapareció, su ataque había desaparecido la mitad del distrito.


Centro de comunicaciones, Itobaal


El científico se alejó con terror de la pantalla, sus brazos temblaban y no atinaba la acción a realizar. Definitivamente no estaba preparado para una situación de esa magnitud. Miró de reojo el desorden y desconcierto de sus compañeros.


Frankmoon apartó a un soldado de uno de los centros de mandos, presionó rápidamente unos botones y apretando un botón de speaker habló con rapidez—. Esta es una alerta omega, repito; alerta omega.


Un fuerte movimiento sacudió todo el lugar—. A todo el personal militar reunirse de inmediato. Zonas de resguardo asegurar a los civiles.


Un arcano ingresó al centro de investigación con un rostro molesto. Frankmoon soltó el botón—. Envía la orden de alerta omega a todos los que no se encuentren en esta dimensión.


Xiïta ingresó al lugar con rapidez, su cabello lucía desordenado y no vestía su armadura característica—. ¿Qué rayos sucede?


—Nos están atacando —le respondió Frankmoon mirando por la pantalla principal como una especie de isla flotante había aparecido en el planeta hace pocos minutos y había iniciado un ataque.


—¿Quién sería tan estúpido para atacarnos? ¿Por qué lanzaste la alerta omega? ¿Acaso hay alguien que amerité ese nivel de seguridad?


—Los ángeles —respondió secamente mientras tecleaba comandos en la computadora central


Xiïta quedó en silencio ante ello, definitivamente eso ameritaba una alerta omega—. Tenemos que salir con los demás, ¿dónde está Adrián?


—Afuera y si no estoy mal, es ese punto que se dirige a la isla


Xiïta observó la pantalla y efectivamente, Adrián junto a los guerreros de su facción se dirigían directamente hacia el enemigo. La pantalla mostró como el guía y sus acompañantes se detenían en seco.


De la isla salieron cientos de guerreros que miraron a Adrián con desdén.


—Debemos ir —anunció Frankmoon dirigiéndose a la puerta—. Y por seguridad de todos, debemos solucionar esto antes que regrese Abaddon.

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©2022 por KyonAndres Fanfics

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